Un Encuentro con el Pasado en Cuenca

Bienvenidos a Huélamo, un encantador rincón en la provincia de Cuenca, donde la historia y la belleza natural se entrelazan para crear una experiencia única. Esta pequeña localidad, anclada en el corazón de la serranía conquense, nos invita a viajar en el tiempo y explorar su fascinante pasado que ha dejado huellas imborrables en su paisaje y en la memoria de sus habitantes.

Un Vistazo a los Orígenes
Los orígenes de Huélamo son inciertos. Seguro que diferentes civilizaciones y cientos de generaciones caminaron por estas tierras, pero no es hasta el siglo VII, perteneciendo a la Diócesis de Valeria, cuando comienza a forjar una de las historias más antiguas de la provincia. Y es que germina, con el nombre de Walmu, sobre el gran peñón y sus alrededores en época musulmana donde se asentó el castillo y que convirtió al municipio, junto a Huete y Uclés, en una de las fortalezas principales de Santaver. En esta época es citada por cronistas e historiadores árabes como Al Himyari o El Dikr y se habla de una fuente de agua estancada que, al acercarse y gritar, se hincha y se pone a hervir “como el agua de una marmita en el fuego”.

 Julián Romero de Ibarrola, figura insigne de la época, maestre de campo y capitán de los tercios españoles en Flandes que fue inmortalizado en la pluma de Lope de Vega y Montaigne. También en el pincel de El Greco. Fuente: Museo del Prado

El Legado Medieval

Cae en manos cristianas antes de 1175 por las tropas de Fortún de Tena pasando posteriormente a los señores de Albarracín y posteriormente a los Caballeros de la Orden de Santiago, constituyendo la Encomienda de Huélamo. Debido al punto caliente se ponen de acuerdo las dos coronas, Castilla y Aragón, para que pase a ser administrado por la orden de Santiago, perteneciendo al obispado de Albarracín-Segorbe. Por tanto, Huélamo no cesa de sufrir durante los siglos XIII, XIV y XV un incesante murmullo de inminentes ataques y rumores de batallas al servir de frontera entre los dos grandes reinos de Castilla y Aragón.
No es hasta 1469, con la unificación de los reinos de Castilla y Aragón, cuando realmente se tranquiliza el conflicto. Será el siglo XVI el que, como a gran parte de la provincia, traerá la aparente calma y las grandes historias de Huélamo. Es la edad de oro de la oveja merina y su preciada lana que se tradujo en una industria textil única en Europa. Es también el de las grandes figuras huelameras como Juan Romero que se aventuró, con gran fortuna, hacia América y Julián Romero de Ibarrola, figura insigne de la época, ascendiendo desde soldado-atambor a Maestre de Campo y capitán de los tercios españoles en Flandes que fue inmortalizado en la pluma de Lope de Vega y Montaigne, también en el pincel de El Greco. Estos hechos dan lugar a las “Jornadas de los Tercios en honor a Julián Romero”, que se realizan anualmente durante una semana en el mes de agosto. Además, Huélamo es mencionado minuciosamente en las Relaciones topográficas de Felipe II de 1576.

Edad Contemporánea

El siglo XVII se hunde la economía ganadera y por lo tanto, la industria textil. Huélamo afectado por esta crisis socioeconómica, comienza su interminable ocaso. El pueblo, ante una ausencia de poder social férreo, pasa de mano en mano de apretados marqueses. Aún así, el pueblo sigue viviendo de sus legado ganadero y del Júcar como muestran los datos del Catastro de la Ensenada donde se muestra que el 60 % de la superficie siguen siendo pastos y los altos ingresos anuales, 10 841 reales, de sus molinos harineros.

En el siglo XIX, siguiendo la inercia histórica, sobresale de gran valor el documento de Noticias Conquenses de Torres Mena en 1878 donde se describe la historia, la situación y las actividades de la época de Huélamo, a destacar Las Maderadas por el Júcar, que tienen su origen en el término municipal, y además rescatando parte de la descripción de las Relaciones Topográficas de Felipe II.

En la Guerra Civil el pueblo tuvo que ser evacuado debido a ser una gran área de conflicto. En 1940 se mantiene aún la población de finales del siglo XIX que llega a los 755 habitantes entre el pueblo (678) y las aldeas anejas: el rento Fuente del Pié (8), la Herrería de los Chorros (9), el Molino (4), el Caserío de la Serna (21) y la Venta de Juan Romero (35).

Desde entonces hasta la actualidad, la economía y demografía de Huélamo desciende. El implacable éxodo rural, que comenzó en los años 60, ha dejado en el empadronamiento de 2023 una población de 80 habitantes.

Fortificaciones y Batallas
La posición estratégica de Huélamo no pasó desapercibida, y la localidad se convirtió en un baluarte defensivo en tiempos de conflicto. Sus fortificaciones, como el Castillo de Huélamo, resistieron embates de distintas épocas, como la Reconquista y las luchas fronterizas entre reinos. Explorar las ruinas de estas construcciones es como emprender un viaje al pasado bélico de la región.

En épocas más cercanas la villa ha sido testigo de importantes acontecimientos históricos aunque el castillo ya no interviniera en ellos, como el avance del ejercito de Napoleón por el valle del Júcar, destruyendo a su paso: ferrerías, batanes, ermitas, etc.; parecidos destrozos causaron las Guerras Carlistas. Durante el último siglo acaecieron algunos hechos dignos de citarse como la evacuación de toda su población durante los últimos meses de la Guerra Civil, la pérdida durante la contienda de una treintena de sus hijos o la muerte en enfrentamiento con la Guardia Civil de tres guerrilleros del “maquis”.

La Huella de la Naturaleza
La historia de Huélamo no se limita a la intervención humana, ya que la naturaleza circundante ha dejado su marca en esta tierra. Los ríos, las montañas y los bosques que rodean la localidad han sido testigos de eventos históricos y han inspirado a generaciones con su belleza serena. La naturaleza es un recordatorio constante de la conexión profunda entre la historia y el entorno.

Hoy en Día
Hoy en día, Huélamo sigue siendo un testimonio vivo de su rica historia. Sus calles adoquinadas, sus casas de arquitectura tradicional y sus habitantes reflejan la autenticidad de una comunidad arraigada en sus raíces. Los visitantes tienen la oportunidad de sumergirse en la historia de Huélamo mientras disfrutan de su encanto rural y su paisaje espectacular.

En Resumen
Huélamo, en la provincia de Cuenca, es mucho más que un simple destino turístico; es un viaje en el tiempo a través de los siglos. Desde sus orígenes prehistóricos hasta su papel crucial en la Edad Media y su belleza natural, cada rincón de Huélamo cuenta una historia única. Ya sea explorando sus monumentos históricos, recorriendo sus senderos naturales o interactuando con sus amables habitantes, cada momento en Huélamo es una oportunidad para conectar con su apasionante pasado y su prometedor futuro.